Semanario Voces

Eduardo Castellanos

Periódico Tribuna de los Altos

Ahora los vampiros están de moda pero no todos son precisamente los vampiros que aterrorizan a la gente, mucho menos son como el vampiro creado por Bram Stoker basado en la biografía del Conde Vlad Basarab Drácula, aquel hombre sanguinario que en el siglo XV asesinaba para luego beber sangre de sus enemigos, mismos que muchas veces caían en la desgracia de ser empalados.

En el 2006 llegaron a las tiendas de libros, nuevos vampiros adolescentes, bonitos, metrosexuales que fueron creados por la escritora estadounidense Stephenie Meyer, con la finalidad de que las púberas se enamoren de estos vampiritos y corran a las tiendas de libros, supermercados, papelerías y hasta tianguis a conseguir un ejemplar cual si fuera oferta de “Zara” en La Gran plaza, los libros de la estadounidense no son mas que una inteligente creación mercadológica.

Ya alguna vez había yo hablado de un vampiro, uno mexicano: el drácula que representó el primer actor Don Germán Robles. En sus tiempos, esta película si mostraba a un chupasangre de verdad, de esos que eran misteriosos y daban miedo, El santo también luchó contra los seres chupasangre. El mismo Germán Robles interpretó por segunda ocasión a drácula en “El ataúd” secuela de “El vampiro”, no solo en México sino alrededor del mundo la mítica figura de Drácula ha sido llevada a las pantallas ó ha sido el personaje central de cuentos, novelas, ensayos y leyendas.

Algunos de los lectores de esta columna se sentirán ofendidos con mi crítica hacia el “crepúsculo”, sus secuelas y la figura deformada de un ser que en realidad se ha destacado por su maldad a lo largo de la historia. Pero el disgusto de los seguidores de Meyers no sería tan grande como el enojo que le produciría a Bram Stoker el saber que ahora los vampiros se volvieron tan modernos como canción pegajosa de grupo duranguense.

Otra interesante historia vampiríca que se ha llevado a la pantalla grande es sin duda “Nosferatu” con un vampiro tan feo que nada tiene que ver con los nuevos seres bonitos creados por la señora Meyer. Los vampiros buena onda comen verduritas y la sangre que consumen no es humana, sino de animales.

Nadie negará que este tipo de lectura acerca a los adolescentes al mundo de las letras y mas en estos tiempos en donde el nivel de lectura en nuestro país está por los suelos. Pero lo malo es que los muchachos se quedan solo en este tipo lecturas que en lugar de ayudarles les puede perjudicar. Luego de leer toda la saga de los vampiros bonitos, tal vez los púberes quieran seguir las lecturas de Corín Tellado y la gran mayoría no se interesará en buscar un buen clásico que les ayude a ampliar y enriquecer su lenguaje y vocabulario.

Una mejor lectura sobre vampiros actuales es la co-escrita por el tapatío Guillermo Del Toro en mancuerna con Chuck Hogan En una excelente novela, los autores nos muestran una nueva generación de vampiros que llegan para atemorizar a los habitantes de la tierra y en pocos días llenar al mundo de plena oscuridad apocalíptica. Es una historia bien planteada en donde un malvado vampiro es despertado después de muchos años de estar en reposo y un viejo que de niño sufrió las inclemencias de la ocupación nazi; el anciano es el único que posee los secretos para detener la terrible plaga que comienza azotando a Nueva York con todo y sus personajes multiculturales.

De una lectura rápida, atrayente, fluida y una narrativa casi cinematográfica, los muertos vivientes de Del Toro logran mantener a los lectores al borde de los nervios, estos vampiros no son hermosos, ni mucho menos amigables, son tan feos que todos quieren huir pero pocos logran hacerlo, estos vampiros se alimentan de sangre humana y no de zanahorias. Estos vampiros son tan reales y malditos como el propio conde Vlad.

”Nocturna” es el nombre de esta primera entrega de la trilogía de la oscuridad. Seres perversamente involuntarios que se van con el lector a la hora de dormir.