Imágenes de Nacho Coronel.
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MÉXICO, D.F., 14 de agosto (Proceso).- Aportaciones testimoniales y gráficas de alguien que formó parte del operativo permiten reconstruir cómo fueron los últimos momentos de Ignacio Nacho Coronel, uno de los líderes del cártel de Sinaloa, muerto en una acción del Ejército el jueves 29 de julio en una de sus casas en Zapopan, Jalisco. Como en otros casos excepcionales, respetamos el anonimato que solicitaron tanto el autor como su fuente de información.
Ignacio Coronel Villarreal no supo que ya iban por él hasta que tuvo al Ejército encima. Literalmente. El grupo de élite llegó por aire y se alineó en chorizo, como se refieren coloquialmente los militares a una formación en columna. Cuando reaccionó, Coronel reventó un ventanal y trató de huir por el jardín de su casa de seguridad, en la que llevaba al menos dos semanas recluido, temeroso de ser aprehendido. Sabía, sí, que el
El crimen organizado financia a las policías municipales del país con sobornos por mil 277.27 millones de pesos mensuales (es decir 15 mil millones al año), afirmó Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal.
Esa cifra cubre el déficit salarial, estimado por la dependencia, de 165 mil 510 policías municipales del país, de los cuales 40.5% gana entre mil y 4 mil pesos al mes; mientras otro 20.4% percibe menos de mil pesos mensuales, detalló el funcionario en el Foro Internacional “Hacia un Modelo Policial para el México del Siglo XXI”.
Dijo que “el déficit salarial de los policías municipales es de mil 277.27 millones de pesos mensuales… Eso no lo pagamos y eso es igual a corrupción: ese déficit lo financia el hampa, la parte delictiva. Hoy en el país la policía sigue operando ganando 2 mil, 3 mil pesos; es decir, el coche camina y la gasolina alguien la pone”.
Según las nóminas del crimen organizado encontradas por la Policía Federal contienen pagos de 4 mil o 5 mil pesos mensuales para los policías sobornados: “es la compensación y es en todo el país”, explicó García Luna al defender su propuesta de crear policías únicas en las 32 entidades federativas.
El cálculo sólo considera el ingreso mensual que requieren los policías para llevar una vida digna, estimado en 10 mil pesos mensuales, sin considera uniformes ni gastos de operación, destacó ante especialistas, autoridades municipales e integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
“Yo no estoy en la perspectiva necia de que sea un modelo de policía única estatal. Si a mí un alcalde me dice: ‘yo me hago responsable de combatir el delito y proteger a la comunidad’, sale, pero ¿qué creen?, el país tiene 40% de policía que no combate el delito, no protege a la comunidad, y ese es un problema. Ahora, si un alcalde se compromete a combatir el delito yo soy feliz”.
Las policías que se dedican a perseguir los delitos en el país, precisó, son las judiciales o ministeriales, que con 26 mil 928 elementos, apenas constituyen 6.3% del total de la fuerza del Estado.
El ex presidente cubano Fidel Castro intervino hoy por primera vez desde que dejó el poder hace cuatro años en una sesión de la Asamblea Nacional, en la que se presentó vestido de verde olivo y acompañado de su hermano y sucesor, Raúl Castro.
Fidel Castro fue recibido con una fuerte ovación por los diputados en una reunión extraordinaria del Parlamento que él mismo solicitó para analizar temas del panorama internacional.
De pie y ante una tribuna, el líder cubano leyó su "mensaje a la Asamblea Nacional" en una intervención que duró unos 12 minutos, y durante la cual volvió a advertir de los peligros de una guerra nuclear, situación que ha expuesto en sus recientes reapariciones públicas.
En ese sentido, resaltó en que la decisión de iniciar una guerra con Irán está en manos del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y señaló que "simultáneamente la conflagración estallaría en el cercano y el lejano Oriente y en toda Eurasia" .
Al terminar la lectura de su mensaje, el ex mandatario inició un intercambio con los diputados desde un sillón ubicado junto al del presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón.
Castro no había asistido a ninguna reunión de la Asamblea desde el año 2006, cuando enfermó y delegó la Presidencia del Gobierno a su hermano Raúl, quien asumió oficialmente el cargo en febrero de 2008.
A punto de cumplir 84 años el día 13 de agosto, el ex mandatario retornó en julio a la escena pública, y precisamente hoy se cumple un mes de su primera reaparición en una visita al Centro Nacional de Investigaciones Científicas.
Posteriormente siguieron otras visitas y reuniones con diversos sectores del país como economistas, artistas, intelectuales, jóvenes y diplomáticos.
La reunión parlamentaria de este sábado tiene lugar seis días después del primero de los dos plenos ordinarios que la Asamblea cubana celebra anualmente y que estuvo presidido por el mandatario Raúl Castro.
En ninguna de sus apariciones públicas del último mes Fidel Castro se ha referido a asuntos de política interna y tampoco se le había visto todavía junto a su hermano Raúl.
En la sesión parlamentaria, que se transmite en vivo por varios canales estatales de radio y televisión, están invitados embajadores y representantes del cuerpo diplomático acreditado en La Habana y prensa internacional.
“Hay métodos que se están utilizando por criminales que no tienen escrúpulos y que pretenden intimidar, que, por supuesto, pretenden aterrorizar a la gente, que pretenden generarle miedo (y) que pretenden inhibirnos”, expresó Blake.
El funcionario, quien evadió referirse al término “narcoterrorismo” planteado en la pregunta de un periodista, dijo que la explosión de un automóvil en la sede de la policía estatal de Tamaulipas, luego de que el 15 de julio estalló otro en Ciudad Juárez, Chihuahua, es una expresión violenta para aterrorizar a la sociedad, como se define al terrorismo.
“Evidentemente hay una expresión del crimen, una expresión violenta. Son bandas del crimen organizado que secuestran, que roban, que pretenden utilizar métodos para aterrorizar, para intimidar, para inhibir a las autoridades y a la ciudadanía”, insistió.
“Y por esa razón vamos a seguir manteniendo con carácter, con determinación, con inteligencia, una lucha por recuperar nuestros espacios, los espacios que son de los ciudadanos, los espacios que le corresponden a la sociedad, para tener mejores niveles de seguridad y de tranquilidad”.
--¿Narcoterrorismo, secretario? ¿Ya se puede hablar de este tema en el país?
--Yo diría que hay métodos que se están utilizando por criminales que no tienen escrúpulos, que pretenden intimidar que, por supuesto, pretenden aterrorizar a la gente, que pretenden generarle miedo, que pretenden inhibirnos.
“Eso es lo que hay allí: Gentes que se dedican al crimen, que se dedican a robar, que se dedican a delinquir y que usan estos métodos para generar el miedo”.
Blake, quien no ofreció mayores datos sobre el auto que estalló en la capital de Tamaulipas, dijo que se sigue dialogando con los gobernadores para pactar una policía única.
“Yo creo que no hay disposición aún en contra”, dijo el funcionario. “Estamos trabajando proyectos que nos permitan llegar a un acuerdo con los señores gobernadores, que nos permitan llegar a un acuerdo, finalmente, que le permita a la ciudadanía contar con mejores sistemas de seguridad. Y, en ese sentido, vamos a trabajar un modelo único de policía que requiere mantener mayores niveles de coordinación y de cooperación.”
MÉXICO, D.F., 6 de agosto (Proceso).- Gracias a los cientos de millones de dólares (más de 700) que cosechó El caballero de la noche, Christopher Nolan obtuvo permiso y dinero por parte de los productores para realizar El origen (The Inception, EU-Gran Bretaña, 2010), cinta de trama complicada pero inteligente cuyo guión tardó 10 años en escribir.
Cierto, el laberinto narrativo y el juego de niveles que propone Nolan exige la atención constante del espectador, aunque no tanto como para arruinar la diversión propia del Blockbuster veraniego; por eso, no se justifica la negativa de Cinemex y Cinépolis para exhibir El origen, a menos de que el consorcio tema que el público se acostumbre a ver películas de mejor calidad… ¿Y luego qué hacemos con la chatarra y las franquicias de Hollywood, las más baratas y rentables?
Poco importa el prestigio del director, lo vistoso del reparto (Leonardo Di Caprio, Ellen Page, Marion Cotillard) o el sensacional manejo de efectos especiales; lo que más parece asustar a los exhibidores es el manejo de diferentes niveles de realidad en esta historia de sueños y bandidos del inconsciente, no vaya a ser que la gente no entienda.
Dom Cobb (Di Caprio) es un experto en el espionaje corporativo, sabe introducirse en los sueños de personajes clave y robar información; esta vez la misión consiste en implantar una idea en la mente del heredero de un multimillonario (Cyllian Murphy). Además de su socio (Gordon-Levitt) y el cliente que financia la operación (Ken Watanabe), Cobb forma su equipo con un arquitecto de sueños (Ellen Page), otro experto en suplantar personalidades, y uno más en narcóticos para estabilizar el sueño. El resto es acción entre sueño y realidad, balaceras en Mombasa, café parisino, fortaleza en el Ártico, peleas dentro de un hotel donde la gravedad cero produce espacios inspirados en dibujos de Escher.
En realidad, sólo son tres niveles, cuatro si se toma en cuenta el de la realidad (dentro del universo del relato); cada nivel bien acotado para los protagonistas y para el público por medio de señales claras, como ciertos objetos llamados tótems, o patadas, o muertes que sacan al personaje del sueño; las motivaciones de los héroes son obvias. El director es, ante todo, un estilista que no soporta que sobren o falten elementos en la toma, un arquitecto del relato que exige coherencia estructural; en sentido riguroso, no hay aquí lugar para la ambigüedad; como buen prestidigitador, Nolan busca controlar exactamente lo que quiere que vea su público, y hasta dónde.
Comparada con su dos referentes principales, Matrix y, sobre todo, eXistenZ, El origen resulta un juego de corto alcance, aunque muy entretenido; la cinta de los Whachoswki explora un conflicto platónico entre la realidad y lo virtual; la de Cronenberg es un laberinto de ambigüedades de sueños dentro de sueños, donde el dispositivo mismo que abre las puertas de inconsciente es una entidad viva que lo menos que provoca es adicción.
El Universal
01 de agosto de 2010
Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), reveló que una célula del cártel de Sinaloa, que lidera Joaquín El Chapo Guzmán, perpetró el secuestro de cuatro periodistas en Durango, para obligar a los medios de comunicación a difundir mensajes e información relacionada con esa organización, “como parte de una estrategia de propaganda criminal”.
Ese era el objetivo del cártel, dijo, al secuestrar el 26 de julio a Óscar Solís, reportero del periódico local El Vespertino; Héctor Gordoa, de Televisa; Javier Canales Fernández, camarógrafo de Multimedios Laguna, y Alejandro Hernández Pacheco, de Televisa Torreón.
Las dos primeras víctimas fueron liberadas por los plagiarios, mientras que Canales Fernández y Hernández Pacheco fueron rescatados ayer en la madrugada, durante un operativo de fuerzas especiales de la Policía Federal, en una casa de seguridad ubicada en la colonia Miguel de la Madrid, en Gómez Palacio, Durango. Los responsables lograron huir.
El funcionario detalló que “la pretensión del grupo criminal era de manera específica transmitir mensajes del crimen organizado para impactar a la comunidad, ocupando en principio a los reporteros para que fueran el conducto para la transmisión de estos mensajes” y de inicio se dieran a conocer tres videograbaciones.
Especialistas en manejo de crisis asesoraron desde el primer momento a los enlaces de los medios de comunicación que estuvieron involucrados en el proceso de negociación con los secuestradores (aunque el titular de Seguridad Pública no hizo mención de Óscar Solís, quien desde el martes pasado quedó libre).
García Luna especificó que las gestiones permitieron que el 29 de julio fuera liberado Héctor Gordoa, pero luego “los secuestradores no cumplieron su promesa en términos de lo que se estaba negociando, lo cual obligó a avanzar en la parte de operación” con un esquema “que privilegió a las víctimas”.
Cuando se tuvo la certeza de que Canales Fernández y Hernández Pacheco estaban seguros, los agentes de élite ingresaron a la casa de seguridad donde sólo estaban ambos comunicadores, pues los plagiarios huyeron cuando se dieron cuenta de la presencia de la Policía Federal.
El secretario de Seguridad Pública afirmó que se continuará con las investigaciones pues, basados en el testimonio de los comunicadores rescatados y de labores de inteligencia de la corporación, se sabe que en ese mismo sitio había policías que estaban secuestrados y que al parecer también fueron liberados por los plagiarios.
México, D.F., 31 de julio (apro).- La Secretaría de la Seguridad Pública informó que los tres reporteros secuestrados en Gómez Palacio, Durango, fueron liberados por sus captores.
La dependencia afirmó que los periodistas recuperaron su libertad en un operativo ejecutado esta mañana.
Los reporteros son: Javier Canales Fernández, Alejandro Hernández Pacheco y Óscar Solis. Los dos primeros camarógrafos para Multimedios Laguna y Televisa Torreón, respectivamente, y el tercero, del periódico “El Vespertino”.
El jueves pasado, Héctor Gordoa, de Televisa México, fue liberado.
Los cuatro reporteros fueron secuestrados cuando cubrían una protesta en el Cereso N.2 de Gómez Palacio.
El secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, atribuyó los secuestros al cártel del Pacífico, ligado con el de Sinaloa, que encabeza Joaquín, “El Chapo”, Guzmán.
Alejandro Herández Pacheco mostró en una rueda de prensa las huellas de haber sufrido maltrato por parte de sus captores.
Va un adelanto del reportaje que la revista Proceso publica esta semana. El texto fue elaborado por los reporteros de la sección Jalisco, encabezado por Felipe Cobián, Gloria Reza, y Alberto Osorio
GUADALAJARA, JAL.- Aparentememte protegido en las altas esferas de la política Ignacio Nacho Coronel Villarreal, tercero en la jerarquía del cártel del Pacífico –después de Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, a quienes habría desafiado– durante años vivió aquí a sus anchas y traficó sin tropiezos... hasta que el gobierno lo eliminó.
Un día después de la caída del capo, efectivos del Ejército mataron en otro tiroteo a Mario Carrasco Coronel, El Gallo, sobrino y presunto sucesor de Nacho Coronel al frente de la célula del cártel de Sinaloa en Jalisco.
El capo cayó el jueves 29 pasadas las 12:40 horas. Ataviado con ropa deportiva, Nacho Coronel recibía un masaje antiestrés de una terapeuta –se afirma que estaba deprimido desde el levantón de su hijo Alejandro en abril pasado– cuando un grupo de élite del Ejército lo sorprendió en su casa de Paseos de los Parques 3435 en Colinas de San Javier. Y lo acribilló.
La versión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) –que es la única que se conoce; el acceso a la datos sobre el operativo ha sido restringido– asegura que la localización del capo se debió a una labor de inteligencia militar de varios meses. Se informó, asimismo, que Coronel opuso resistencia a la aprehensión, disparó su pistola y mató a un soldado –el que encabezaba el asalto– e hirió a otro.
Versiones extraoficiales atribuyen su eliminación al creciente poder que Coronel adquiría “desde la sombra”, como reveló este semanario, lo que pudo hacer creer a sus superiores que su propio liderazgo estaba en entredicho.
Este es un adelanto del número 1761 de Proceso, ya en circulación.
Tan compleja como el personaje mismo, la naturaleza del plagio contra el exsenador Diego Fernández de Cevallos revela los vicios del sistema panista: mentiras, contradicciones, torpezas... Del tamaño del poder adquirido por el Jefe Diego a base de relaciones inconfesables y tráfico de influencias es la incapacidad del gobierno de Felipe Calderón para conducirse con transparencia, con eficacia. Cerrazón informativa gubernamental, autocensura en medios electrónicos, son la norma... Y entretanto las especulaciones toman por asalto la credibilidad de los mexicanos.
SAN JUAN DEL RÍO, QRO.,23 de mayo (Proceso).- “Es él . Es Diego”.
Eran las cinco de la tarde del viernes 21 cuando las procuradurías general de la República y la de Querétaro tuvieron que admitir la realidad que ocultaron durante seis días: el exsenador panista no estaba “desaparecido”, sino secuestrado.
El jueves 20 por la noche comenzó a circular en las redes sociales una fotografía de Diego Fernández de Cevallos enviada desde el correo electrónico misteriosos.desaparecedores@yahoo.com.mx. La imagen fue publicada el viernes 21 en los periódicos El Universal y Reforma y en ella aparece el exsenador con los ojos vendados.
Está de pie y tiene frente a él un letrero con la fecha del domingo 16 de mayo. Desnudo su torso y casi blancos el bigote y la barba, piel apiñonada, frente amplia y algunas manchas en el rostro. Sus hombros están encogidos.
Junto a la fotografía, el siguiente mensaje: “El Jefe Diego goza de cabal salud, y manda enternecido saludo a quienes lo quieren y hasta rezan por él”. Asimismo, ordena a su hijo exigir a las autoridades desbloquear la comunicación y mantenerse al margen de la negociación que su familia ofrece de manera pública por su liberación.
Y remata: “Seguiremos informando.
“Los misteriosos desaparecedores.
“20-05-10”.
“Es él”, comentan sus hermanos a Proceso el mismo viernes 21 por la tarde. “Si lo tuviera enfrente y le pusiera una venda en los ojos, lo reconocería de inmediato”, dice uno de ellos.
Poco antes los peritos que apoyan a la familia del panista les confirmaron la autenticidad de la imagen. Los especialistas les explicaron que Diego fue puesto de pie ante un muro por sus secuestradores. El plástico negro que se observa al fondo es para ocultar los detalles del sitio donde lo tienen secuestrado e impedir su localización.
Sobre el torso desnudo y con los brazos a los costados, le amarraron con una cinta el papel que muestra la fecha del domingo 16. Sus hombros se ven tensos, incluso tiene un golpe en el lado izquierdo, encima del labio superior. Esa parte del rostro y la nariz están hinchadas.
Lo que sorprendió a la familia Fernández de Cevallos es que en el mensaje atribuido a Diego el exsenador utiliza el término “enternecido saludo”, una expresión que, dicen, emplea con frecuencia.
Con esas pruebas, los familiares de Fernández de Cevallos pidieron al exprocurador Antonio Lozano Gracia, amigo y colaborador de Diego, que difundiera un mensaje en el que pedían a los gobiernos federal y estatal dejar de investigar.
“Agradecemos a las autoridades su diligente y comprometido actuar desde que se confirmó la desaparición del Lic. Diego Fernández de Cevallos, pero solicitamos encarecidamente que se mantengan al margen de este proceso, para así favorecer la negociación, anteponiendo la vida e integridad de nuestro padre”, decía el mensaje entregado a los medios de comunicación de la Ciudad de México.
El lunes 17 Lozano Gracia entregó un primer comunicado firmado por Diego Fernández de Cevallos Gutiérrez, hijo del plagiado, a través de medios electrónicos, para pedir “a quienes tuvieran cautivo a Diego Fernández establecer contacto para entablar una negociación que permitiera su liberación”.
Había molestia entre hijos y hermanos de Diego puesto que, a pesar de que las líneas de investigación y todas las señales apuntaban al secuestro, la PGR y la procuraduría estatal insistían en desplegar operativos de búsqueda, realizar peritajes en la finca y sus alrededores, rastreos con agentes de la Dirección de Investigación del Delito, así como en manejar la versión de que el político queretano estaba desparecido.
El domingo 16, en Santander, España, durante su visita oficial en ese país, Calderón declaró que, “si pudiera”, transmitiría un mensaje a Diego para decirle que sus hijos “están orando” por él, “pero también siguiendo su ejemplo de valor, entereza y gallardía, y están firmes en la esperanza de recuperar a su padre”. Y el propio anfitrión, el jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, condenó el “secuestro” del exsenador panista.
Despliegues ostentosos
Desde el sábado 15, los aparatosos operativos de los agentes federales y estatales se concentraron en las inmediaciones de la finca del rancho La Cabaña, una de las tantas propiedades que Fernández de Cevallos tiene entre San Juan del Río y Querétaro, en el municipio de Pedro Escobedo, a unos pocos kilómetros de la autopista federal 57.
Para el domingo 16, un avión con radar y peritos del Ejército llegaron al lugar con sus equipos para rastrear armas. El despliegue se prolongó durante varios días, pero no se instaló ningún retén carretero. Los vehículos circulaban por la carretera federal sin ningún problema.
Los familiares del secuestrado aseguran que ese inusual despliegue policiaco era pura simulación. Las autoridades estatales y federales querían demostrar que Lse estaba haciendo todo lo posible por localizar a Fernández de Cevallos”, pero en realidad sólo dificultaron el contacto con los plagiarios, quienes desde el principio exigieron el retiro de las fuerzas de seguridad de las inmediaciones del rancho La Cabaña.
También comentan que les extrañó que desde el principio la Procuraduría General de la República (PGR) no atrajera la investigación del caso, aun cuando el procurador Arturo Chávez Chávez trabajó en el despacho de Fernández de Cevallos.
Durante seis días fue la procuraduría estatal, encabezada por Arsenio Durán, la que inició la averiguación previa SC/31/2010. Durante ese lapso hubo jaloneos. Y aunque el gobierno del priista José Calzada Rovirosa esperaba que la PGR atrajera el asunto, asegura a Proceso una fuente cercana a las investigaciones, la dependencia federal no actuó.
Los tres comunicados oficiales sobre la “desaparición” del excandidato panista a la Presidencia en 1994 fueron emitidos por la procuraduría estatal. El primero se difundió el sábado 15 a las 20:30 horas.
A Calzada Rovirosa le preocupaban las consecuencias que traería el secuestro de Diego a la entidad, así como la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad locales; incluso modificó su agenda para dedicarse ciento por ciento al caso.
El mandatario organizó encuestas a lo largo del país para saber con detalle lo que se opinaba sobre el secuestro de Fernández de Cevallos. La PGR fue la dependencia “más golpeada” mediáticamente por el plagio del exsenador.
El Comité Estatal del PAN optó por organizar a sus correligionarios para que oraran por la aparición de Diego. El miércoles 19, el presidente estatal del partido, el diputado Ricardo Anaya Cortés, decidió colocar anuncios espectaculares en distintos puntos de la capital queretana con el mensaje: “Diego, estamos contigo”; otros tenían la leyenda: “Por un Querétaro seguro y en paz”.
Sin embargo, desde el martes 18 el gobierno federal y el propio Calzada Rovirosa sabían que Diego había sido secuestrado. Aun así prefirieron seguirlo ocultando a los medios de comunicación. En la víspera, la intervención de Lozano Gracia, así como de los hijos mayores de Fernández de Cevallos y algunos de sus hermanos tensaron el ambiente, sobre todo por el rechazo de las autoridades federales y estatales.
Los hijos Diego se quejan porque, dicen, aun cuando asistieron a las reuniones de Gabinete de Seguridad desde el principio, nunca vieron ninguna pista concreta en las investigaciones.
El cerrojazo
El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, optó por decir a los medios que guardaran silencio sobre el plagio, luego de que Lozano Gracia, a nombre de la familia Fernández de Cevallos, pidió a las autoridades ser discretas en el manejo de las investigaciones.
Joaquín López Dóriga, conductor de El Noticiero, fue el primero en plegarse a la estrategia del silencio. El gobernador Calzada Rovirosa también lo hizo a su manera y retomó su agenda pública, mientras que los panistas queretanos tuvieron que retirar el miércoles 19 los anuncios panorámicos por instrucciones del presidente del CEN de su partido, César Nava.
Con todo, el gobierno federal no aguantaba la presión. El viernes 21, conocida ya la foto en la que Diego Fernández de Cevallos aparece vendado y ante la presión de la familia del secuestrado, el presidente nacional del PAN, César Nava, todavía intentó ocultar el secuestro.
Gómez Mont también quiso atenuar la situación: “Ustedes deben entender que nosotros estamos obligados a ser respetuosos, cautelosos y discretos”, dijo Gómez Mont a reporteros en un evento del Club de Industriales. Incluso rezó, dijo, con la esperanza de “encontrar a Diego con vida”.
El jueves 13 y el viernes 14, los dos días previos al secuestro, Fernández de Cevallos estuvo en el municipio de Jerécuaro, Guanajuato, en la hacienda La Barranca, que adquirió hace cinco años.
Llegó el jueves para supervisar la construcción de viviendas que pretendía regalar a los habitantes del rancho en un terreno que donó para ese fin, informaron el sábado 15 al diario local Correo varios trabajadores del exsenador.
Durmió en La Barranca y el viernes 14 por la tarde salió en su camioneta rumbo a Querétaro, señalaron al diario Correo dos hombres y dos mujeres que trabajan en el rancho La Barranca. También comentaron que lo vieron por última vez poco antes de las seis de la tarde.
El sábado 15, cuatro empleados del rancho La Barranca, ubicado en el municipio de Yerécuaro, Guanajuato, comprado por Diego Fernández de Cevallos, declararon a Correo que vieron a su patrón por última vez el viernes 14 alrededor de las seis de la tarde.
Ese mismo día el velador del rancho La Cabaña declaró ante el Ministerio Público que alrededor de las 23 horas oyó llegar la camioneta de su patrón. Sin embargo, aclaró que no lo vio. Fue hasta el sábado 15, a las 7 de la mañana, cuando se dio cuenta de que Diego no estaba.
Al día siguiente, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, el procurador general de la República, Arturo Chávez Chávez, y el gobernador de Querétaro, José Calzada, anunciaron, al término de una reunión de cinco horas en las instalaciones de la XVII Zona Militar, la constitución de un grupo interinstitucional en el que participarían las corporaciones de los estados vecinos.
Alberto Osorio Méndez
GUADALAJARA, Jal., 30 de julio (apro).- Elementos del Ejército mexicano dieron muerte a Mario Carrasco Coronel, El Gallo, sobrino de Ignacio “Nacho” Coronel Villareal, en un enfrentamiento con militares en el fraccionamiento Rinconada de los Novelistas, ubicado al poniente de la zona metropolitana de Guadalajara, en el municipio de Zapopan.
Mario Carrasco era observado por inteligencia militar como el posible sucesor de Ignacio Coronel, uno de los hombres más importantes del cartel del Pacifico, quien falleció ayer en otro enfrentamiento con militares en la colonia Colinas de San Javier, en esta ciudad.
En el operativo de hoy fueron decomisadas dos armas de fuego y dos vehículos, uno de ellos blindado.
Según vecinos de la zona, el operativo se realizó en absoluta discreción, mientras un helicóptero sobrevolaba el área.
Mario Carrasco era considerado uno de los lugartenientes de su tío Nacho Coronel, cuyo cuerpo está en el Servicio Médico Forense de Guadalajara, en espera de que los familiares reclamen el cadáver, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad realizado por militares.
MÉXICO, D.F., 17 de julio (Proceso).- Nacido al amparo de Amado Carrillo Fuentes y considerado entre los más importantes líderes del cártel de Sinaloa, Ignacio Coronel Villarreal en dos decenios se convirtió en uno de los principales capos del narcotráfico del país y tiene, según las autoridades, poder suficiente para crear su propio cártel. La DEA y el FBI consideran incluso que el antiguo socio de los hermanos Beltrán Leyva, con quienes hoy protagoniza cruentas batallas en el estado de Jalisco, ha gozado de impunidad a lo largo de su carrera criminal.
En poco más de dos décadas, Ignacio Nacho Coronel Villarreal se consolidó como el cuarto hombre más importante del cártel de Sinaloa y logró ampliar sus actividades de trasiego de droga a gran escala hacia Sudamérica, Estados Unidos y varios países europeos, que hoy son las principales rutas de su boyante negocio.
Robert Mueller, director del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), incluso elaboró una ficha criminal en la que destaca que, por su gran capacidad, Coronel Villarreal puede constituir su propia organización criminal en un corto tiempo.
Conocido también como Ignacio Valdez Urrutia, Dagoberto Rodríguez Jiménez, Nachito, El Ingeniero y el King of Ice, el capo forma parte de la llamada Federación de Narcotraficantes que encabeza Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, a quien en marzo de 2009 la revista Forbes convirtió en multimillonario al atribuirle una fortuna de mil millones de dólares.
Al igual que sus pares, Coronel Villarreal es sigiloso y suele cobijarse en el misterio. Algunos documentos oficiales consignan que nació el 1 de febrero de 1954, aunque no mencionan el lugar. La PGR sostiene que es originario de Canelas, Durango, pero un reporte del FBI fechado el 17 de abril de 2003 –cuando se ofreció una recompensa de 5 millones de dólares a quien proporcionara datos para su captura– indica que es oriundo de Veracruz.
Aunque son pocas las fotografías de Coronel Villarreal, el FBI incluye una en la que se le observa de barba cerrada y vestido con una camisa y un sobretodo oscuros. La imagen va acompañada de la descripción física del capo: pelo castaño, ojos cafés, raza “blanco hispano” y 143 libras de peso. ¿Su oficio?: “Hombre dedicado a los negocios”.
En los ochenta, cuando Coronel inició su carrera delictiva, era el cabecilla del cártel de Juárez en Zacatecas. Trabajaba entonces a la sombra de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, y de Eduardo González Quitarte, El Flaco, quien fue publirrelacionista de esa organización criminal hasta 1997.
Tras la muerte de Carrillo Fuentes, Coronel Villarreal, Juan José Esparragoza Moreno El Azul e Ismael El Mayo Zambada se desligaron de ese cártel para sumarse al de Sinaloa, que recobró su poder en 2001 luego de que El Chapo Guzmán se fugó del penal de Puente Grande, Jalisco.
En aquella ocasión, junto con Luis Valencia Valencia, cabeza del cártel del Milenio, y Óscar Nava Valencia, El Lobo –ambos vinculados con los hermanos Beltrán Leyva–, Coronel protegió al Chapo. Años después, cuando los Beltrán Leyva rompieron con Guzmán Loera, Nacho Coronel se mantuvo firme en el cártel de Sinaloa. Hoy, sin embargo, opera en El Molino, un municipio cercano a la ciudad de Zapopan, Jalisco, según datos de la PGR.
No obstante su filiación al clan sinaloense, la Drug Enforcement Administration (DEA) y el FBI sostienen que desde la década pasada Coronel consolidó su poder y es capaz de “operar con luz propia”.
“Ha incrementado su poder desde la década de los noventa y ahora es la cabeza de una célula poderosa en México, trabaja directamente con fuentes de abastecimiento colombianas que lo surten de cientos de toneladas de cocaína”, según la ficha criminal elaborada por las autoridades de Estados Unidos.
El despegue
Hábil en el trasiego de droga, Nacho Coronel amplió su abanico de actividades en los últimos años: hoy, además de cocaína, trafica con metanfetaminas y cuenta con decenas de laboratorios clandestinos a lo largo del territorio nacional, lo que le permite controlar más de 50% de la producción de drogas sintéticas, según la DEA.
En investigaciones federales se le menciona incluso como presunto socio del empresario de origen chino Zhenli Ye Gon, acusado de introducir efedrina al país con apoyo gubernamental y a quien se le decomisaron 205 millones de dólares en 2007, al parecer producto del narcotráfico, en un cateo a su residencia de Las Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México.
Formado a la sombra de Carrillo Fuentes, Coronel también supo abrevar de los hermanos Beltrán Leyva, pero cortó con ellos en enero de 2008, cuando decidieron separarse del cártel de Sinaloa. Según el FBI, Coronel “promueve sus actividades de narcotráfico por medio del soborno, la intimidación y la violencia”.
A pesar de que Coronel se inició en el negocio del narcotráfico desde muy joven, no fue sino hasta diciembre de 2003 cuando la Corte del Distrito Oeste de Texas lo acusó por primera vez de tráfico de sustancias ilegales y de conspiración para poseer e importar precursores químicos controlados, con el presunto fin de producir drogas sintéticas, uno de sus prósperos negocios.
Según la ficha de búsqueda del FBI difundida en Estados Unidos, Coronel se convirtió en años recientes en el capo que mejor compite en la producción y distribución de sicotrópicos sintéticos.
Los organismos estadunideses lo llaman King of Ice o King of Crystal, un apelativo que no usan sus allegados, quienes prefieren llamarlo El Ingeniero Coronel Villarreal, Nacho Coronel o Nachito Coronel: en el mundo donde él se desenvuelve lo conocen como El Cachas de Diamante, al parecer por su afición a las armas recubiertas de oro o diamantes, el sello distintivo de los empresarios del narco y sus poderosos sicarios.
La PGR asegura que, como engrane del cártel de Sinaloa, Nacho Coronel controla buena parte del Pacífico mexicano desde el occidente. Su feudo, agrega la dependencia, es el estado de Jalisco, cuna de capos famosos, como Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo; cuenta también con el apoyo de cuerpos policiacos y elementos del Ejército en Durango, Sonora, Michoacán, Guerrero y otras entidades del sur del país.
Durante la etapa de esplendor de los hermanos Héctor y Arturo Beltrán Leyva, cuando aún eran parte del cártel de Sinaloa, Coronel gozó de la protección oficial, pues se mantuvo a la sombra del poder. Algunos de sus socios en el lavado de dinero son beneficiarios de programas gubernamentales destinados al campo y a la ganadería.
Entre ellos destacan los hermanos Jesús Raúl, Francisco Amado y Marco Antonio Beltrán Uriarte, también de Sinaloa, quienes a pesar de estar señalados como lavadores de dinero proveniente del narcotráfico, durante el sexenio de Vicente Fox recibieron apoyo de cuatro programas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
En diciembre de 2006, el semanario Zeta de Tijuana publicó un reportaje en el que mencionó que los hermanos Beltrán Uriarte fueron detenidos por el Ejército tras el cateo a tres inmuebles, en los que se hallaron 2 millones de dólares y poco más de 1 millón de pesos en efectivo.
Poco antes del arresto de los tres hermanos Beltrán Uriarte, inteligencia militar identificó a Jesús Raúl como el operador de Coronel en el trasiego de droga vía marítima y aérea desde Centro y Sudamérica.
Documentos de la PGR y de la Secretaría de Seguridad Pública federal señalan que los Beltrán Uriarte son oriundos de Angostura, Badiraguato y Mocorito, Sinaloa; otros familiares suyos se afincaron en Guadalajara, donde hoy son parte del entorno que controla Coronel.
A los Beltrán Uriarte se les ha identificado desde hace años con el blanqueo de capitales, aunque ellos lo niegan. Dicen que su fortuna proviene de sus prósperos negocios ganaderos y agrícolas, que en realidad son empresas fachada, según los expedientes federales.
Otro de los hermanos Beltrán Uriarte, Miguel, conocido como El Veterinario, está incluido en la averiguación previa 2984/2002 por su presunta vinculación con el llamado narcobatallón militar que en octubre de 2002 fue desmantelado en Guamúchil, Sinaloa, por brindar protección al narcotráfico, en particular a la célula de los Beltrán Leyva y del propio Coronel.
A pesar de esos antecedentes, los Beltrán Uriarte aparecen en el padrón de productores que se benefician de los programas oficiales destinados al campo. Según el semanario Zeta, en 2004 Francisco Amado recibió subsidios del Procampo para cultivar 70 hectáreas de pasto perenne de temporal. Su folio era el 500718268.
Su hermano Miguel cultivó tres hectáreas de sorgo. Su folio en el Procampo era el 500718278; Jesús, otro miembro del clan, sembró siete hectáreas de maíz de temporal. Es beneficiario de ese programa gubernamental y su número de registro es 500718280.
Y a la par que las actividades ganaderas de los hermanos Beltrán Uriarte estaban en pujanza, se consolidó su relación con Nacho Coronel, por lo que se mudaron a Jalisco, donde presuntamente invirtieron buena parte de sus ganancias ilícitas.
Los exsocios
Todo iba bien para Nacho Coronel y sus aliados en el cártel de Sinaloa hasta que a principios de 2008 decidió romper relaciones con sus antiguos mentores, los hermanos Beltrán Leyva, por discrepancias en una operación que Coronel terminó por controlar. Poco después, los Beltrán Leyva anunciaron su salida del cártel de Sinaloa.
Esa ruptura puso al descubierto las relaciones que esa organización mantenía con el poder político desde hace años, en particular con altos mandos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
La PGR se enteró de esa división por el testimonio de Fernando Rivera Hernández, un capitán del Ejército que hoy está en retiro. Según la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/166/2009, Rivera Hernández, presunto protector de los hermanos Beltrán Leyva, cuenta que el pleito entre éstos y Coronel era tan fuerte que incluso Arturo Beltrán, El Barbas, ordenó ejecutar a su rival.
La orden de Arturo Beltrán Leyva era “pagar lo que fuera necesario a nuestros contactos para hacer ese jale pendiente con Nacho Coronel y ayudar al gobierno a que capturaran al Chapo Guzmán”, relata el militar en la indagatoria citada.
Y agrega. “En febrero de 2008, El Diecinueve, un sicario al servicio de los Beltrán Leyva, al que le apodaban así porque había perdido una falange, me pidió que junto con mi grupo de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada nos dedicáramos a la búsqueda de Nacho Coronel, ya que este narcotraficante y su gente habían traicionado a don Arturo Beltrán, y que por ello querían cobrar venganza”.
Rivera Hernández asegura también que por ese trabajo los Beltrán Leyva le iban a pagar 350 mil dólares. Aunque aclara: “Nunca se realizó ese jale”. Pese a esos antecedentes, durante 2008 y 2009 Coronel nunca fue molestado por ninguna autoridad; por el contrario, fueron Los Zetas los que intentaron asesinarlo en varias ocasiones.
Tras su salida del cártel de Sinaloa, los hermanos Beltrán Leyva se acercaron a Los Zetas y, juntos, se apropiaron de Durango. Con ello se intensificó la guerra entre los cárteles por el control de otros territorios, como Jalisco, Michoacán y Guerrero. A la par, se desataron las matanzas y las traiciones.
Apenas a principios de abril, por ejemplo, presuntos sicarios de Los Zetas, los nuevos aliados de los Beltrán Leyva, asesinaron a Alejandro Coronel, de 16 años. La PGR informó que el joven era hijo del capo y que había sido secuestrado poco antes de su ejecución.
Sicarios al servicio de Coronel contraatacaron. En Nayarit asesinaron a 10 personas e incineraron sus cuerpos para evitar que las autoridades las identificaran; semanas después levantaron en Sonora a Clara Elena Laborín Archuleta, esposa de Héctor Beltrán Leyva, El H.
Coronel le perdonó la vida. Y dejó un narcomensaje en el lugar donde la liberó, dirigido a El H: “Nosotros te vamos a enseñar a ser hombre y a respetar a la familia, asesino de niños. Aquí está tu esposa, por la que te negaste a responder: te la entrego sana y salva para que veas y aprendas que para nosotros la familia es sagrada”.
En marzo último, el entorno de Coronel comenzó a ser golpeado después de varios años de inmunidad. José Antonio Escareño Aviña, El Pelón, exsocio de los hermanos Valencia y operador de Coronel, fue capturado por elementos de la Policía Federal en Puerto Vallarta, Jalisco.
Buscado por la DEA y el US Marshals Service, en Estados Unidos a Escareño Aviña se le considera pieza clave en la exportación de drogas sintéticas de México, donde contaba con amplias conexiones desde 1992.
Coronel también fue golpeado el pasado 21 de enero, cuando cuatro integrantes de su banda: Raymundo Larios Vizcarra, Ernesto Coronel Peña, José Jaime y Juan Ernesto Coronel Herrera –estos tres, familiares del capo–, fueron detenidos. Se les acusó de lavado de dinero y delitos contra la salud.
Rumores
Las luces intermitentes se encendieron el 20 de mayo, cuando circuló en los medios jaliscienses la versión de que en Zapopan había sido detenido Nacho Coronel por agentes de la SIEDO y un grupo de marinos. El secretario de Gobierno del estado, Fernando Guzmán Peláez, alimentó el rumor al declarar: “Sí, podría estar detenido Nacho Coronel”; pero luego se desdijo: “No podemos confirmar ni descartar nada”.
Al final se supo que la Secretaría de Marina y la PGR habían realizado un operativo conjunto en el municipio de Juanacatlán y en la zona metropolitana de Guadalajara para detener a Coronel y a sus secuaces, pues el capo tiene dos órdenes de aprehensión giradas por los jueces de distrito Tercero y Cuarto, respectivamente, en el penal de Puente Grande, Jalisco.
Una de esas órdenes de captura es con fines de extradición a Estados Unidos, donde tiene cuentas pendientes con la justicia. En ese país se le acusa de varios delitos relacionados con la delincuencia organizada, así como de privación ilegal de la libertad, secuestro, enriquecimiento inexplicable y lavado de dinero, según confirmó el reportero en la SIEDO.
Casi de manera simultánea, el 21 de mayo otro escándalo sacudió al país: el secuestro de Diego Fernández de Cevallos. Al principio la PGR guardó silencio, sobre todo ante las versiones de que tras el plagio del exsenador panista estaba el cártel de Sinaloa y que la organización intentaba forzar al gobierno para que entregara a Coronel.
Los días posteriores, inmersa en una maraña de versiones encontradas, la PGR aclaró que Coronel no estaba detenido, pero que sí realizó varios operativos para capturarlo. Hoy, a dos meses, se desconocen los pormenores de la supuesta detención de Coronel y del plagio de Fernández de Cevallos, quien, según sus captores, aún está vivo, como informó La Jornada el jueves 15.
Sobre este punto, el investigador Edgardo Buscaglia, del Instituto Tecnológico Autónomo de México, comenta que en México el crimen organizado es tan poderoso que existe la posibilidad de que el narco fuerce al gobierno a soltar capos a cambio de la liberación de políticos secuestrados.
–¿Podría ser el caso de Diego Fernández de Cevallos? –se le inquiere.
–No lo sé, pero en un país donde las redes criminales mantienen secuestrados a los hombres del poder político y han feudalizado amplios territorios, todo es posible.
(*)Este reportaje se publicó en la edición 1759 de la revista Proceso.