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Cultura
En este espacio se mostrarán los titulares de los diarios del Área Metropolitana de Guadalajara.
En este espacio se mostrarán diversas informaciones sobre tecnologías de la comunicación.

¿Más presupuesto a la UdeG?

6:22 Reporter: Semanario Voces 0 Responses

víctor m. lópez

Con total impunidad la Universidad de Guadalajara en manos de El Licenciado exige más prespuesto. Unos millones más, quizá unos 300, qué más da. Que para mejorar la educación, ampliar la cobertura, "argumentos" que emanan de las gargantas profundas del rector postizo Marco Antonio Cortés Guardado. Quizá usted se acuerde que la misma Universidad "invirtió" unos 100 millones de pesos en Zapopum, un espectáculo que fracasó. Esta cantidad equivale más del 30% de lo que se está pidiendo en recursos extras para la UdeG. Ya no entendí nada. Viva la impunidad, la tranza y... Raúl, su majestad.

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¿Tu primera vez? Con Antanas

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¿Tu primera vez?


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Mockus: de una sociedad cerrada a una abierta

5:34 Reporter: Semanario Voces 1 Response


Eltiempo.com
Mi preferencia electoral por Antanas obedece a un reconocimiento de nuestras propias debilidades. ¿Por qué un voto para un candidato que muestra evidentes signos de lentitud en sus respuestas? Primero, porque la conducta de Antanas refleja indirectamente nuestras torpezas como seres humanos. No es un ser perfecto, por tanto, puede comprender mejor parte de las imperfecciones de muchos colombianos. Este argumento no es convincente para una elección presidencial, es cierto. Pero a la debilidad de Antanas la acompaña una fuente moral bastante necesaria en Colombia. Y este aspecto, me parece, cuenta lo suficiente para contrastar con el gobierno de Uribe. Un gobierno bastante corrupto que (por debajo) comienza a manifestar sus signos de barbarie. Este gobierno -y su presidente- orientaba al país hacia logros ampliamente reconocidos, pero en la compañía de matones, informantes y paramilitares. No creo que el Presidente haya sido inconsciente de las plagas con que contaba su gobierno. Y, como bien lo argumenta Antanas, en este caso no es posible una penalización de su conducta, pero sí necesaria una sanción moral ejemplarizante.

Regreso a Antanas. Ha demostrado, sin embargo, que puede identificar con relativa claridad cuáles son los aspectos de política de Estado que requiere el país. Uno de los fundamentales, la cultura de la tolerancia y la interiorización de la ley. Dos cosas en apariencia simples, pero cuyo defectuoso contenido ha tenido consecuencias en la naturaleza emergente de conflictos violentos e ilegalidad de los colombianos. Las demandas de una democracia deliberativa que predica Antanas no son ingenuamente habermasianas. En este aspecto se equivocan los críticos académicos, sin mayor experiencia política. Los predicados sobre la legalidad pueden considerarse desde una perspectiva que concentra mayor énfasis en la necesidad que tenemos de interiorizar la ley. Un principio de pedagogía moderno. ¿Iluso o demasiado trascendental? Es posible, pero los antecedentes de Mockus como gobernante de Bogotá no son una cursilería. Todos los ciudadanos de la capital recuerdan a Antanas como uno de los mejores alcaldes que ha tenido la ciudad.

Mi voto por Antanas no es un voto contra Petro. Gustavo Petro constituye -según mi juicio- uno de los mejores candidatos que ha tenido la izquierda durante la última década. No solamente como candidato, sino como un auténtico animal hobbesiano, ¡en su expresión más rigurosa! A diferencia de los héroes masacrados de la izquierda en Colombia (Pardo Leal y Jaramillo), Gustavo ha librado las demandas sociales con una capacidad de convicción envidiable. Estando, sin embargo, lejos de exponerse caprichosamente como carnada del crimen narcotraficante o de las Farc. En los debates presidenciales, Petro ha sido uno de los más agudos exponentes de los problemas y soluciones que necesita el país. Mi voto no es contra Petro, por Antanas, sino, justamente, porque creo que un gobierno de Antanas, puede concederle a la izquierda en Colombia la oportunidad de realizar una oposición que la coloque ante la oportunidad histórica de gobernar al país. Un gobierno de Antanas es la mejor plataforma para una izquierda democrática en Colombia.
Tampoco mi voto por Antanas es un voto contra Rafael Pardo.

Durante los debates presidenciales, Pardo ha engrandecido al pobre Partido Liberal. Pardo es una personalidad política con criterios avanzados sobre la resolución de problemas centrales de la población colombiana: la seguridad social de los subempleados y la redistribución equitativa de la riqueza. No obstante, a Pardo lo debilita su propia fuerza política: un liberalismo vergonzante durante sus largos períodos de gobierno. Por lo anterior, creo que esta colectividad tiene su oportunidad con un gobierno de Antanas. No en calidad de cogobierno, pero sí en un ejercicio de oposición sobre temas específicos de la agenda nacional. Con Antanas en el gobierno, el liberalismo tiene la oportunidad de su renovación presente.

En el caso de Noemí o del cambio radical de Vargas Lleras, paradójicamente, su proximidad con el estilo de gobierno de Uribe han terminado por devaluar su capacidad de proponerle al país nuevas alternativas. En este sentido extremo de lealtad, la campaña de Juan Manuel Santos comporta todos los vicios heredados. Agregando un estilo personal de manejo de los asuntos públicos que no inspira confianza suficiente. Los falsos positivos y la herencia directa de Uribe significan el desastre de la campaña de Santos. No creo que por fuerza propia consiga los votos que lo puedan elegir como presidente. La maquinaria del uribismo y sus contraprestaciones pueden elevarlo a la Presidencia. Pero creo que puede ser una prolongación defectuosa de lo peor (no lo mejor) del presidente Uribe.

Finalmente, mi voto por Antanas contiene una carga histórica. Las condiciones del país hace una década mostraban los efectos de malos gobiernos (Samper, Pastrana). Uribe cargaba sobre sus propios hombros una esperanza de seguridad, cuyos logros han sido un sacrificio doloroso. Con este gobierno crecieron los capitales monopólicos del sector financiero y bancario. Pero también crecieron la inequidad y el desempleo. El balance de esta administración se inclina negativamente. Uribe permitió que criminales y políticos del bajo mundo entraran a la Casa de Nariño.

Y nadie puede creerlo inocente de daños como las 'chuzadas' contra la Corte y la persecución implacable contra sus contradictores. La historia presente no está dejando una imagen consagrada del presidente Uribe. De modo que el montaje de Álvaro Uribe como parte de la herencia de los grandes estadistas de la nación no es más que eso, un montaje.

Con Antanas Mockus la historia se elabora como una nueva página, que, sin ser completamente inédita, permite asegurar que su gobierno puede actuar en contravía de la política tradicional y sus males parasitarios. ¿Que Antanas no es un animal político hobbesiano? Es cierto, pero contrariamente a la transformación del político en Colombia (sin vocación), un heredero de Tocqueville o Montaigne, acaso pueda permitir el advenimiento de una época renacentista en Colombia. Son estas las razones de mi voto por Antanas Mockus.


Fernando Estrada

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