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Cultura
En este espacio se mostrarán los titulares de los diarios del Área Metropolitana de Guadalajara.
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Parque Metropolitano: Discurso tramposo

10:55 Reporter: Semanario Voces 0 Responses
Durante años, el ayuntamiento tapatío y el gobierno estatal se desentendieron del Parque Metropolitano de Guadalajara, y sólo ahora que se agota el tiempo para erigir la Villa Panamericana, las autoridades intentan rescatarlo a toda costa para construir ahí el complejo deportivo. Octavio Velasco Ruvalcaba, promotor del parque, advierte que esas obras no sólo violan un decreto que data de 1990, sino que dañarán de manera irreversible el entorno ecológico. Para él, el discurso del gobernador Emilio González Márquez es tramposo.

Julio Alejandro Ríos
Proceso.com.mx
Con la construcción del complejo de deportes acuáticos y el centro de tenis para los Juegos Panamericanos de 2011, el gobierno estatal pisotea el decreto 13908 aprobado por el Congreso local en julio de 1990, asegura Octavio Velasco Ruvalcaba, quien fuera el primer director del Parque Metropolitano de Guadalajara, superficie en la que se realiza la obra.
Según el especialista, esta disposición, a la que se le hicieron modificaciones en 2004 pero aún está vigente, prohíbe que el terreno sea destinado a fines ajenos a la preservación del equilibrio ecológico; además, insiste, las nuevas obras atentan contra el proyecto original del parque.
"Este proyecto no admite modificaciones. La ley es clara al decir que este parque está destinado exclusivamente a fines de preservación de la ecología. Así lo diseñamos y así dice la ley", sostiene Velasco Ruvalcaba en entrevista con Proceso Jalisco.
Y cita el artículo 2 del decreto mencionado: "El gobierno del estado construirá, operará y mantendrá un espacio público bajo la denominación de Parque Metropolitano de Guadalajara, en el que se desarrollará una acción ordenada, sistemática y permanente a favor de la preservación y mantenimiento del equilibrio ecológico".
A pesar de ello, reitera, el gobierno de Jalisco ya emprende obras de un complejo deportivo para los Panamericanos: un complejo acuático para 5 mil espectadores, con dos albercas olímpicas y fosa de clavados; un centro de tenis con 12 canchas, una con tribunas para 3 mil 500 personas, así como un estacionamiento para 550 vehículos.
Estas obras consumirán alrededor de 11 hectáreas de áreas verdes, y destruirán alrededor de mil árboles, entre ellos fresnos, casuarinas, ficus y galenas, entre otras especies, afirma el especialista.
Depredación
El decreto 13908 fue aprobado por unanimidad en el Congreso local el 18 de julio de 1990 y publicado en el Periódico Oficial del Estado de Jalisco el 31 de julio de ese año. La vocación de esa norma es, dice el entrevistado, proteger un área verde.
Según él, el espíritu de esa disposición legal no ha cambiado; incluso, dice, en 2004 se emitió el decreto 20788, publicado el 7 de diciembre de ese año, para derogar la fracción III del artículo 3 en el que quedó asentado que no es posible destinar las superficies del parque a objetivos que no sean ecológicos.
En suma, con esa modificación se eliminó cualquier posibilidad de enajenar o de destinar a otros fines los espacios del parque, insiste Velasco Ruvalcaba.
Y a pesar de que la ley prohíbe construir cualquier obra contraria a la ecología en el parque, y aun cuando grupos ambientalistas insisten en que esa área debe preservarse, máquinas excavadoras y camiones de volteo comenzaron a preparar el terreno para las obras. Y así lo anunció con bombo y platillo el propio alcalde de Zapopan, Juan Sánchez Aldana, a los diarios locales el lunes 17.
Desde el 4 de diciembre del año pasado, durante la presentación del proyecto panamericano, el gobernador Emilio González Márquez se comprometió a invertir recursos para "rescatar" ese parque metropolitano, que actualmente se encuentra muy deteriorado.
"Eso del rescate es un discurso tramposo. El proyecto original que yo diseñé y que encabecé los tres primeros años era autosustentable; si ahora el parque está deteriorado es porque ellos lo han descuidado", dice Velasco Ruvalcaba.
Y se lanza contra las autoridades: "Estas obras mutilarán casi 15% del parque, 11 de 124 hectáreas. Primero decían que utilizarían ocho, luego que 11 y ahora hasta un estacionamiento asfaltado quieren meter. Poco a poco lo van a ir recortando y le va a pasar lo mismo que al parque Agua Azul, que fue depredado paulatinamente. Están destruyendo una de las pocas áreas verdes que hay en la ciudad".
Indignado, el especialista cita un ejemplo: "Los Yankees de Nueva York hicieron un nuevo estadio y no fueron a destrozar Central Park. En el primer mundo las áreas verdes son para respetarse. Pero aquí (las autoridades) tienen ese afán de urbanizar todo y no dejar ni un arbusto en la ciudad".
Velasco Ruvalcaba puntualiza que existen otras propiedades del gobierno en las que se podrían construir esas obras panamericanas, "que son buenas". "No entiendo por qué ese afán y ese capricho de destruir este proyecto que es patrimonio de los tapatíos", reitera el entrevistado.
Proyecto distorsionado
Cuando don Octavio se refiere al Parque Metropolitano de Guadalajara lo hace con vehemencia. Le duele, dice, que el gobierno de Jalisco esté desvirtuando su proyecto original y que pretendan ocupar ese espacio para construir la Villa Panamericana.
Y arremete contra el ayuntamiento zapopano: "No existe acta notarizada firmada por el consejo de administración, como marca el artículo III fracción quinta; la Secretaría de Medio Ambiente tampoco ha otorgado dictamen de impacto ambiental, ni ha ingresado a la tesorería municipal de Zapopan partida alguna por concepto de pago de licencia de construcción; además, no se ha consultado a los vecinos sobre el cambio de uso de suelo, tampoco sé de algún cabildo que lo haya aprobado".
Roberto Velasco, hijo de don Octavio, comenta que este espacio ha provocado los apetitos de los políticos y han sido recurrentes los intentos de mancillar al Parque Metropolitano de Guadalajara para sustituirlo con otros proyectos.
"Ahí quisieron poner el trompo mágico y hasta el Museo de la Ciudad. Muy buenas obras -dice-. Pero, ¿por qué quieren siempre sacrificar el parque?"
Relata que en noviembre de 1993 el gobernador Carlos Rivera Aceves entregó parte del terreno del parque a la Universidad Panamericana, perteneciente al Opus Dei, para la construcción de un estacionamiento (Proceso 888). Se dijo entonces que el gobierno estatal pretendía venderlo a esta universidad a 21 pesos el metro cuadrado a pesar de que el valor comercial era de 500 o 600 pesos.
Entre los férreos opositores a la enajenación y mutilación del parque estuvieron los panistas, Juan de Dios Castro Lozano y Emilio González Márquez, quienes en aquella época eran diputados. Pero hoy, de manera paradójica, son los panistas los que promueven este proyecto que dañará el entorno ecológico del parque, afirma Roberto Velasco.
Según el entrevistado, la Universidad de Guadalajara (UdeG) tiene instalaciones deportivas de sobra para la realización de los Panamericanos. "Sería mejor que se rehabilitaran esos espacios. De ese modo se salvarían las áreas verdes del parque, saldría más barata la obra y sería una gran ayuda para los estudiantes", añade.
Por separado, el rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Víctor Manuel Ramírez Anguiano, declaró a la prensa local el 29 de julio último que las autoridades deberían tomar en cuenta a la máxima casa de estudios. "La institución -dice- tiene suficiente infraestructura deportiva que puede ser remozada, con el beneficio evidente para la comunidad jalisciense".
Un orgullo mundial
El proyecto del Parque Metropolitano de Guadalajara fue gestado por Octavio Velasco Ruvalcaba en 1986.
Narra: "Mi idea era un parque ecológico de primer mundo, autofinanciable en su construcción, con áreas verdes que tanto necesita la ciudad y con el primer campo de golf público".
Eso lo llevó a recorrer por su cuenta países de Europa, Oceanía, Asia, Sudamérica y Norteamérica, y realizó el plan maestro. Luego fungió como director del proyecto. Todo en forma gratuita (Proceso 888).
El 21 de julio de 1989, el Diario Oficial de la Federación publicó el decreto para expropiar 124.5 hectáreas de una parte del ejido suburbano de Jocotán por causa de utilidad pública. Ahí se creó el parque. Un año después, el 18 de julio de 1990, el Congreso del estado aprobó por unanimidad la creación de este huerto mediante el decreto 13908.
"Realicé el deslinde, luego el saneamiento. Sacamos más de 10 mil camiones de basura y escombro. Salvamos 6 mil árboles adultos que iban a ser mutilados en diferentes obras de la ciudad. Los plantamos en el lugar donde marcaba el proyecto y esos árboles son los que aún siguen en pie y quiere destruir el gobierno del Estado", apunta Velasco Ruvalcaba.
Orgulloso, muestra la maqueta original del proyecto, que contemplaba tres lagos, una ciclopista, una pista de campo traviesa, canchas de basquetbol, llanos, veredas, explanadas para cascaritas de futbol, un campo de golf público, para terminar con la discriminación social en este deporte.
"De hecho, lo más verdecito del parque son los greens del campo de golf público, pero la gente no sabe a qué iban destinados estos espacios", asegura.
El proyecto fue tan exitoso que obtuvo el reconocimiento de diversas instituciones. Velasco Ruvalcaba muestra cartas donde le felicitan y califican al parque como modelo a nivel mundial. Entre los firmantes aparecen académicos como José María Muriá, líderes de profesionistas como Alejandro Gómez Lee y empresariales como René Rivial León; además de activistas como María Casparius.
Así mismo, recibió felicitaciones de funcionarios y dependencias como el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y el Apoyo a la Juventud (Code), que incluso le envió una carta el 15 de diciembre de 1995, congratulándose con el proyecto. Resulta irónico que ahora el Code pretenda destruir el Parque Metropolitano para impulsar las obras panamericanas", agrega Velasco Ruvalcaba.
"Cuando en 1992 sucedieron las explosiones y vino el cambio de gobierno, las nuevas autoridades empezaron a hacerme la vida imposible para obligar mi salida y poder modificar esos terrenos que habían adquirido mucho valor.
"A mí no me podían correr porque no tenía sueldo, pero dejaron de pagarle a los jardineros y demás empleados. Les tuve que pagar de mi bolsillo. Fue hasta diciembre de 1993 cuando las presiones llegaron a un punto máximo. El día 21 de ese mes un guarura vino a amenazarme de muerte si no dejaba el cargo. Renuncié al siguiente día."
Don Octavio recuerda que recibió visitas de austriacos que quedaron maravillados con el Parque Metropolitano de Guadalajara. "Este proyecto fue tomado como modelo del Sport & Erjolungs Park, en Viena, Austria, con todo y parque de golf público", dice, mientras muestra la invitación que recibió para asistir a la inauguración de ese parque en junio de 1995. Las autoridades de ese país reconocieron que su proyecto se inspiró en el del Parque Metropolitano de Guadalajara.
Y ahora este proyecto ecológico elogiado en Europa y otros continentes es el que el gobierno de Jalisco quiere destruir.
El activista Abraham Jaime, de Rescatemos Guadalajara, asegura que el jueves 27 diversas organizaciones civiles harán público su rechazo absoluto a la mutilación del Parque Metropolitano de Guadalajara. Y aclara: "Aun cuando tenemos un déficit enorme de áreas verdes y estamos a favor de los Juegos Panamericanos, creemos conveniente y lógico que se rehabilite la infraestructura deportiva que ya existe".

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Briseño se quedó solo

10:48 Reporter: Semanario Voces 0 Responses

Víctor M. López Álvaro
Proceso.com.mx
Carlos Jorge Briseño Torres, destituido como rector de la UdeG hace un año, confía en que una resolución judicial lo reinstale en el cargo, aunque no deja de reconocer que el jefe del Gupo Universidad, Raúl Padilla López, acrecienta su poder dentro y fuera de la institución, lo cual podría influir en la decisión del tribunal.
Al tiempo que el exrector Raúl Padilla López afianza su poder en el seno de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y refuerza sus alianzas con funcionarios de todos los niveles y con la clase política, Carlos Jorge Briseño Torres espera la resolución de un juez para regresar a la rectoría de esa casa de estudios de la que fue defenestrado hace un año.
En entrevista con este semanario, Briseño dice que aún confía en que lo restituirán en el cargo, pero no descarta la posibilidad de que "la política influya en la decisión judicial. Espero que los tribunales de la nación reivindiquen el estado de derecho y no se dejen presionar por quienes detentan el poder de manera ilegal en la institución".
Briseño asegura que los padillistas han hecho cabildeo judicial y político en su contra, y sostiene que han visitado a magistrados, ministros de la Suprema Corte y al propio juez tercero de Distrito en Materia Administrativa, Héctor Martínez Flores, quien lleva el juicio de amparo, "y afirman que políticamente es inviable mi regreso a la rectoría general".
El 1 de abril de 2007, cuando fue ungido como rector, por Padilla López, anunció que con él se iniciaría una nueva etapa en la UdeG, pero no duró ni 17 meses al frente de la institución.
No obstante está solo, pues los "miles de universitarios" que, según él, lo seguirían, nunca aparecieron. Tampoco ha cumplido su amenaza de "revelar las truculencias" de Padilla López, y es posible que no regrese a la institución "para acabar con el cochinero", como declaró alguna vez (Proceso Jalisco 223).
Llegó a la rectoría a pesar de la oposición generalizada de los padillistas y académicos independientes, quienes argumentaban que ese cargo debía ser ocupado por alguien con mejor perfil académico. Desde que tomó protesta dejó ver su pretensión de convertirse en candidato a gobernador por el PRI, su partido, en 2012.
Algunos padillistas que piden el anonimato aseguran que su líder se convirtió en el hombre más influyente del estado, luego de que el exgobernador Francisco Ramírez Acuña quedara desplazado con la derrota de Jorge Salinas Osornio, aspirante a la presidencia municipal de Guadalajara.
El jefe del Grupo Universidad logró que su hermano José Trinidad Padilla, quien precedió a Briseño como rector de la UdeG, fuera nominado como candidato del PRI a una diputación federal que ganó con relativa facilidad gracias a la debacle del PAN. Pese a sus nexos con el priismo, Raúl mantiene el control del PRD en Jalisco, una de sus muchas franquicias de poder.
Promesa incumplida
La oficina de Briseño, ubicada en la calle Libertad y Colonias, luce semivacía, con poco mobiliario y unas cuantas computadoras. No hay gente haciendo antesala y sólo deambulan por ahí unas cuantas personas de aspecto desangelado. Sus más cercanos colaboradores lo abandonaron en cuanto fue depuesto. Por ejemplo, Gabriel Torres Espinosa, quien ocupaba la vicerrectoría, regresó con el Grupo Universidad como asesor de la Coordinación de Producción Audiovisual, y mantiene su puesto de tiempo completo como profesor en el Departamento de Estudios Políticos. Su asesor Javier Hurtado también lo dejó.
El 29 de agosto de 2008, la mayoría del Consejo General de la UdeG destituyó a Briseño, quien argumenta que esta acción fue ilegal, pues no se siguieron los procedimientos que marcan las leyes internas de la institución y se le negó el derecho de audiencia. Por ello inició un proceso judicial (amparo indirecto 1658/2008-8), para ser reinstalado en la rectoría y aunque dijo que denunciaría "todas las corruptelas de los Padilla", hasta ahora no lo ha hecho.
-Usted prometió que denunciaría las corruptelas de Raúl Padilla -le recuerda el reportero.
Briseño evade la pregunta y balbucea:
-A mi regreso podré estar en condiciones de documentar y presentar ante las autoridades correspondientes la presunción de delitos.
Padillistas consultados por el reportero afirman que Briseño quería controlar la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), así como al sindicato de maestros, y al de los trabajadores administrativos. "Por eso lo destronaron".
Ellos sostienen que para lograr su objetivo Briseño apoyó, junto con Torres Espinosa, a César Íñiguez para la presidencia del organismo estudiantil. Finalmente ganó, con una amplia ventaja, César Barba, El Chicho, candidato impulsado por Alfredo Peña, secretario general de la UdeG.
Briseño niega que haya intentado apoderarse de la FEU: "No me metí de lleno a la contienda estudiantil cuando compitieron Barba e Íñiguez, a mediados de 2007.
Y añade: "Cuando llegué a la rectoría me encontré con una FEU -su presidente era Carlos Corona- sin representatividad. Se había convertido en el coto privado del grupito de estudiantes flojos, donde vendían calificaciones, que traficaban con ella. Por eso le plantee a Raúl Padilla que la democratizáramos y permitiéramos una contienda abierta".
-Los miles de universitarios que lo seguirían, ¿dónde quedaron?
-Están trabajando en sus dependencias, atemorizados de que los despidan. Corrieron a unos 200 de mis seguidores y la mayoría presentó demandas laborales.
Plantea que su lucha es difícil, pues sin recursos no es sencillo sostener una batalla legal prolongada. "Pero confío en que saldremos adelante".
Cuando llegó a la rectoría Briseño se encontró con un ambiente adverso, pues ni los padillistas lo aceptaban e incluso se inconformaron con Raúl Padilla.
-¿Padilla López se equivocó al nombrarlo rector?
-Sí. Aunque no me nombró directamente, su apoyo fue determinante. Lo reconozco. Sin embargo, pretendió convertirme en un gerente, un rector sin serlo, como lo fueron Víctor Manuel González Romero y Trino Padilla. Ellos aceptaron el rol. Raúl creyó que conmigo sería igual.
-¿Qué trabajos le hacía usted a Raúl Padilla?
-Me ligué a Raúl desde 1988, cuando busqué ser presidente de la FEG (Federación de Estudiantes de Guadalajara). Después de que llegó a la rectoría general, me invitó a la Dirección de Comunicación Social; luego fui coordinador ejecutivo del Centro Universitario de la Ciénega. Me convertí en una persona cercana a él. Mi trabajo fue institucional.
-¿Y los trabajos no institucionales?
-No hubo ninguno. Siempre trabajé para la gobernabilidad de la institución.
Un integrante del Grupo Universidad comenta que el trato de Briseño Torres era hosco: "Sin tacto para decir las cosas amenazaba en nombre de Padilla. Manda decir el licenciado... era su frase habitual". Por su parte, Briseño se justifica: "Yo decía las cosas sin hipocresías. Soy directo".
A pesar de sus declaraciones anteriores, Briseño niega que pretendiera desplazar a Padilla de la UdeG: "Ese señalamiento es falso. Mi pretensión no era ésa y se lo dije personalmente. Nunca quise borrar la historia de la institución y mucho menos eliminar los aportes de Raúl, pero le dije que era tiempo de que dejara que otras personas asumieran el poder y continuaran su obra".

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