Subscribe to Zinmag Tribune
Subscribe to Zinmag Tribune
Subscribe to Zinmag Tribune by mail

Briseño se quedó solo

10:48 Publicado por Semanario Voces

Víctor M. López Álvaro
Proceso.com.mx
Carlos Jorge Briseño Torres, destituido como rector de la UdeG hace un año, confía en que una resolución judicial lo reinstale en el cargo, aunque no deja de reconocer que el jefe del Gupo Universidad, Raúl Padilla López, acrecienta su poder dentro y fuera de la institución, lo cual podría influir en la decisión del tribunal.
Al tiempo que el exrector Raúl Padilla López afianza su poder en el seno de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y refuerza sus alianzas con funcionarios de todos los niveles y con la clase política, Carlos Jorge Briseño Torres espera la resolución de un juez para regresar a la rectoría de esa casa de estudios de la que fue defenestrado hace un año.
En entrevista con este semanario, Briseño dice que aún confía en que lo restituirán en el cargo, pero no descarta la posibilidad de que "la política influya en la decisión judicial. Espero que los tribunales de la nación reivindiquen el estado de derecho y no se dejen presionar por quienes detentan el poder de manera ilegal en la institución".
Briseño asegura que los padillistas han hecho cabildeo judicial y político en su contra, y sostiene que han visitado a magistrados, ministros de la Suprema Corte y al propio juez tercero de Distrito en Materia Administrativa, Héctor Martínez Flores, quien lleva el juicio de amparo, "y afirman que políticamente es inviable mi regreso a la rectoría general".
El 1 de abril de 2007, cuando fue ungido como rector, por Padilla López, anunció que con él se iniciaría una nueva etapa en la UdeG, pero no duró ni 17 meses al frente de la institución.
No obstante está solo, pues los "miles de universitarios" que, según él, lo seguirían, nunca aparecieron. Tampoco ha cumplido su amenaza de "revelar las truculencias" de Padilla López, y es posible que no regrese a la institución "para acabar con el cochinero", como declaró alguna vez (Proceso Jalisco 223).
Llegó a la rectoría a pesar de la oposición generalizada de los padillistas y académicos independientes, quienes argumentaban que ese cargo debía ser ocupado por alguien con mejor perfil académico. Desde que tomó protesta dejó ver su pretensión de convertirse en candidato a gobernador por el PRI, su partido, en 2012.
Algunos padillistas que piden el anonimato aseguran que su líder se convirtió en el hombre más influyente del estado, luego de que el exgobernador Francisco Ramírez Acuña quedara desplazado con la derrota de Jorge Salinas Osornio, aspirante a la presidencia municipal de Guadalajara.
El jefe del Grupo Universidad logró que su hermano José Trinidad Padilla, quien precedió a Briseño como rector de la UdeG, fuera nominado como candidato del PRI a una diputación federal que ganó con relativa facilidad gracias a la debacle del PAN. Pese a sus nexos con el priismo, Raúl mantiene el control del PRD en Jalisco, una de sus muchas franquicias de poder.
Promesa incumplida
La oficina de Briseño, ubicada en la calle Libertad y Colonias, luce semivacía, con poco mobiliario y unas cuantas computadoras. No hay gente haciendo antesala y sólo deambulan por ahí unas cuantas personas de aspecto desangelado. Sus más cercanos colaboradores lo abandonaron en cuanto fue depuesto. Por ejemplo, Gabriel Torres Espinosa, quien ocupaba la vicerrectoría, regresó con el Grupo Universidad como asesor de la Coordinación de Producción Audiovisual, y mantiene su puesto de tiempo completo como profesor en el Departamento de Estudios Políticos. Su asesor Javier Hurtado también lo dejó.
El 29 de agosto de 2008, la mayoría del Consejo General de la UdeG destituyó a Briseño, quien argumenta que esta acción fue ilegal, pues no se siguieron los procedimientos que marcan las leyes internas de la institución y se le negó el derecho de audiencia. Por ello inició un proceso judicial (amparo indirecto 1658/2008-8), para ser reinstalado en la rectoría y aunque dijo que denunciaría "todas las corruptelas de los Padilla", hasta ahora no lo ha hecho.
-Usted prometió que denunciaría las corruptelas de Raúl Padilla -le recuerda el reportero.
Briseño evade la pregunta y balbucea:
-A mi regreso podré estar en condiciones de documentar y presentar ante las autoridades correspondientes la presunción de delitos.
Padillistas consultados por el reportero afirman que Briseño quería controlar la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), así como al sindicato de maestros, y al de los trabajadores administrativos. "Por eso lo destronaron".
Ellos sostienen que para lograr su objetivo Briseño apoyó, junto con Torres Espinosa, a César Íñiguez para la presidencia del organismo estudiantil. Finalmente ganó, con una amplia ventaja, César Barba, El Chicho, candidato impulsado por Alfredo Peña, secretario general de la UdeG.
Briseño niega que haya intentado apoderarse de la FEU: "No me metí de lleno a la contienda estudiantil cuando compitieron Barba e Íñiguez, a mediados de 2007.
Y añade: "Cuando llegué a la rectoría me encontré con una FEU -su presidente era Carlos Corona- sin representatividad. Se había convertido en el coto privado del grupito de estudiantes flojos, donde vendían calificaciones, que traficaban con ella. Por eso le plantee a Raúl Padilla que la democratizáramos y permitiéramos una contienda abierta".
-Los miles de universitarios que lo seguirían, ¿dónde quedaron?
-Están trabajando en sus dependencias, atemorizados de que los despidan. Corrieron a unos 200 de mis seguidores y la mayoría presentó demandas laborales.
Plantea que su lucha es difícil, pues sin recursos no es sencillo sostener una batalla legal prolongada. "Pero confío en que saldremos adelante".
Cuando llegó a la rectoría Briseño se encontró con un ambiente adverso, pues ni los padillistas lo aceptaban e incluso se inconformaron con Raúl Padilla.
-¿Padilla López se equivocó al nombrarlo rector?
-Sí. Aunque no me nombró directamente, su apoyo fue determinante. Lo reconozco. Sin embargo, pretendió convertirme en un gerente, un rector sin serlo, como lo fueron Víctor Manuel González Romero y Trino Padilla. Ellos aceptaron el rol. Raúl creyó que conmigo sería igual.
-¿Qué trabajos le hacía usted a Raúl Padilla?
-Me ligué a Raúl desde 1988, cuando busqué ser presidente de la FEG (Federación de Estudiantes de Guadalajara). Después de que llegó a la rectoría general, me invitó a la Dirección de Comunicación Social; luego fui coordinador ejecutivo del Centro Universitario de la Ciénega. Me convertí en una persona cercana a él. Mi trabajo fue institucional.
-¿Y los trabajos no institucionales?
-No hubo ninguno. Siempre trabajé para la gobernabilidad de la institución.
Un integrante del Grupo Universidad comenta que el trato de Briseño Torres era hosco: "Sin tacto para decir las cosas amenazaba en nombre de Padilla. Manda decir el licenciado... era su frase habitual". Por su parte, Briseño se justifica: "Yo decía las cosas sin hipocresías. Soy directo".
A pesar de sus declaraciones anteriores, Briseño niega que pretendiera desplazar a Padilla de la UdeG: "Ese señalamiento es falso. Mi pretensión no era ésa y se lo dije personalmente. Nunca quise borrar la historia de la institución y mucho menos eliminar los aportes de Raúl, pero le dije que era tiempo de que dejara que otras personas asumieran el poder y continuaran su obra".
You can leave a response, or trackback from your own site.

0 Response to "Briseño se quedó solo"

Publicar un comentario